jueves, 19 de marzo de 2009

Rebobinados, la nueva obra de Michel Gondry




El mundo del videoclip exige al realizador la capacidad para vincular la música y la imagen a través de un relato visual. Pero eso sólo no es suficiente para destacarse: el mejor video es aquel que incorpora la creatividad e imaginación a esa relación. Michel Gondry, como alguna vez ya comentamos en este blog, es el director francés que se destacó por realizar deslumbrantes trabajos, por ejemplo para The Chemical Brothers, como el que pueden ver arriba de este texto de la canción Let forever be, y para otros artistas como Paul Mcartney, Bjork, Oasis, entre muchos más. Una vez que hizo del formato videoclip un universo nuevo, infinito, impredecible y novedoso, se mudó al cine del largometraje.

Su primera película despertó amores y disgustos, fue Eterno resplandor de una mente sin recuerdos, una encantadora historia de sueños y amores protagonizada por Jim Carrey y Kate Winslet. Luego llegó a la cartelera porteña con La ciencia del sueño, interpretada por Gael García Bernal, no tan fascinante como la anterior, pero igualmente destacada por su trama original, su colorido visual, y por ser una bella historia de amor. Ahora se acaba de estrenar Rebobinados, probablemente no dure mucho en cartelera, así que desde acá les recomendamos: vayan a verla.

Rebobinados
gira alrededor de una situación inverosímil que rápidamente, por la fuerza con que la trama construye su lógica de verdad, queda olvidada. Jerry, protagonizado por Jack Black (Escuela de rock entre tantas) quedó magnetizado por una descarga eléctrica y por culpa de su extraño poder, su amigo Mike está en graves problemas: todas las películas VHS del video que quedó momentáneamente a su cuidado se borraron. Para salvar la situación y no perder más clientes, los amigos deciden hacer sus propias reversiones caseras de las películas que les piden, para conseguir alquilarlas. Ahí comienza la verdadera historia del film.

Siempre contado con gran dinámica, con una fotografía que le da a la imagen una textura casi cruda pero cercana y personal, y con el aporte de mucha movilidad de la cámara, Gondry, quien también escribió el guión, deja bien en claro a dónde quiere llegar: para filmar, incluso en este mundo recargado de superproducciones millonarias, son imprescindibles principalmente dos cosas, en gran cantidad, mucha voluntad y mucho ingenio. De eso les sobra a Jerry y a Mike, y con lo que tienen a mano se las arreglan para filmar con un particular pero sin dudas propio estilo y técnicas, desde Cazafantasmas, hasta Rush Hour, pasando por Carrie entre muchas otras. No tardan en convertirse en los realizadores de culto del barrio.

La película por momentos tiene altibajos, sí. Pero el guión es muy bueno y original, y es la idea central del film la que se preserva pura y fuerte hasta el final. Rebobinados, entre otras cosas, plantea un homenaje al cine en sí mismo, a su magia, a su poder para vincular a la gente entre sí, aunque sea un rato, y sobre todo, a su capacidad de construirse como una herramienta para la expresión de la cultura e identidad de una sociedad. No hay un mensaje lineal, por eso es posible diferentes lecturas y miradas. Pasan muchas cosas a lo largo de toda la trama, y el diálogo entre el realizador y el espectador queda siempre abierto. Michel Gondry sigue dejando huellas y pruebas de que el cine es un horizonte infinito que puede saltearse los lugares comunes y estereotipos característicos de gran parte del cine comercial.

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